“Klgo: Hola, contame que te anda pasando…?
Atleta: Mirá, ando con mucho dolor de hombro, acá adelante (señalándose la parte anterior del hombro). Me duele mucho cuando hago press, sobre todo push press y jerk me mata. Y los push ups no los aguanto. Ya me dijeron que es tendinitis de bíceps, pero me estoy poniendo hielo, elongando el bíceps y el dolor no se me va!!!!”

La conversación citada arriba es una de las más comunes que tengo día a día con gente que entrena Crossfit. Dolor anterior de hombro, que empeora con variantes de press (sobre todo los push) y que es “diagnosticado” como tendinitis del bíceps.

Y es aquí donde sucede la “magia”:
Klgo: Ok, voy a apretarte un punto atrás en la región de la escapula y me vas a decir si reproduce tu dolor… ahí va
Atleta: Esta bien… pero mirá que a mi me duele adelante, no atrás….AHHHHHHH!!! Si es ese dolor!!! AHHH! Pero si el dolor lo tengo adelante!?! Que tiene que ver atrás?!?!

Antes que nada voy a aclarar, no soy mago, pero me divierte mucho la situación de sorpresa y desconcierto del atleta ante la situación mencionada.

Lo que generalmente tiene este atleta es simple y llanamente un “Punto Gatillo Activo del Infraespinoso” (Trigger Point del Infraespinoso)

Un punto gatillo o trigger point es un punto doloroso palpable, ubicado en el músculo, dentro de una banda tensa, que reproduce dolor en un área determinada, muchas veces lejano al punto de dolor palpable. A su vez, puede producir dolor al estiramiento, y debilidad de dicha musculatura.
Estos puntos estas presentes en todo el cuerpo de forma latente, o sea, están pero no son sintomáticos si no se los presiona. Pero muchas veces, ante diferentes traumatismos, sobrecargas musculares, etc, se vuelven activos y pueden reproducir dolor en forma espontánea o al contraer/ estirar el musculo.

foto-1-kine

Cada punto tiene un mapa preestablecido hacia donde irradia dolor (Ver Manual de Trigger Points de Travell & Simmons). Estos puntos son considerados desordenes neurofisiológicos dentro del músculo, donde hay una descarga anómala del sistema nervioso dentro de esa región, provocando la activación de dicho punto.

foto-2-kine

En este caso en particular, es el infraespinoso, músculo ubicado en la región posterior de la escápula,( que forma parte del “famoso” manguito rotador) el responsable de dicho dolor anterior de hombro, simulando un dolor del bíceps, que puede extenderse hasta la mano

extenderse hasta la mano
Este dolor puede reproducirse al palpar el punto gatillo, al estirar el musculo (cruzando el brazo por delante del cuerpo), al contraerlo (sobre todo en movimientos de press, donde el infraespinoso realiza un gran esfuerzo estabilizando el hombro), y también da dolor nocturno al tratar de dormir de ese mismo lado.

 

El tratamiento no se acerca en lo más mínimo al de una tendinopatía de bíceps, por lo cual no me extraña recibir atletas con ese diagnóstico sin resultados positivos.

Como kinesiólogo, nuestro objetivo es el de volver ese punto a su estado latente, para que no reproduzca más síntomas.
Para ello utilizaremos varias técnicas manuales (estiramiento miofascial, presión digital, etc.), así como técnicas de punción seca (aplicación de una aguja de acupuntura directamente al nódulo palpable). En este caso buscaremos reproducir el síntoma del paciente por medio de la aguja, buscando a su vez una contracción espontanea dentro del músculo.

foto-3-kine
foto-4-kine

 

Por último, enviaremos al paciente ejercicios de autoliberación con pelota de lacrosse en el infraespinoso (también puede hacerse en músculos que influyen indirectamente, como el pectoral menor), así como recomendar el disminuir dentro de su planificación los ejercicios que impliquen empuje (press y variantes, push ups, y en casos más agudos técnicas de colgado en barra como toes to bar y pull ups) por una semana, para luego comenzar a realizarlos nuevamente en forma progresiva y evitando reproducir el dolor.

Si el atleta sigue las indicaciones, no suele llevar más de 2 semanas de recuperación , con 1-2 sesiones de kinesiología solamente.

Posteriormente, es aconsejable que el atleta se realice una evaluación de FMS o cualquier evaluación preventiva que el terapeuta conozca, para descartar trastornos de movilidad o estabilidad, así como asimetrías, cercanos o lejanos a la zona involucrada, que puedan ser posibles causas de la aparición de dichos puntos de sobrecarga, más allá de la planificación propiamente dicha del atleta.

Lic. Maximiliano Ponce Amorín
Klgo Ftra, CMP, Cert. MDT, COMT