LA FASCIA PLANTAR Y EL MECANISMO DE WINDLASS
Lic. Florencia Carlotto
La Fascia Plantar cumple un rol fundamental en la biomecánica del pie. Una de sus funciones principales es el soporte del arco longitudinal medial del mismo y actúa en el mecanismo de propulsión durante la marcha, disipando las fuerzas y el estrés.
Cuando se produce un proceso inflamatorio sobre esta zona, aparece lo que se conoce como Fascitis Plantar. Algunos autores consideran que la lesión es causada por micro traumas repetitivos en el punto de inserción generando cambios degenerativos sobre la misma. Esta se caracteriza por dolor y tirantez sobre el tubérculo medial del calcáneo, siendo más doloroso en los primeros pasos en la mañana. La Fascitis Plantar afecta a un 10% de los corredores y también es común entre los atletas cuyas actividades tienen un alto impacto.
No se conocen bien las causas de la Lesión, algunos autores atribuye la Fascitis Plantar a alteraciones Biomecánicas tales como un exceso de pronación, dando como resultado un aumento de movilidad en el pie. Otra posible causa puede ser un arco interno elevado (pie Cavo) donde al contrario del anterior, genera una disminución en la movilidad.
El «mecanismo de Windlass» es un modelo mecánico que nos brinda información detallada de los factores Biomecánicos del pie y sus tensiones. Este mecanismo describe la manera de cómo se comporta la fascia plantar durante las actividades que soportan peso y proporciona información con respecto a las tensiones biomecánicas producidas.
El mecanismo de windlass es un dispositivo para levantar un objeto pesado apretando una cuerda o cable. El calcáneo, la articulación medio tarsiana y Cabeza del 1° Metatarso forman el arco. La fascia plantar forma la barra de acoplamiento que va desde el calcáneo hasta la articulación metatarso falángica.
Las fuerzas verticales viajan hacia abajo a través de la tibia y tienden a aplanar el arco longitudinal medial. A su vez, las fuerzas de reacción del suelo viajan hacia arriba en el calcáneo y cabeza de los Matarsianos, lo que dan como resultado un mayor aplanamiento del arco interno. La fascia plantar, actuando como una cuerda, previene el colapso del arco interno debido a su tracción acercando la base del calcáneo y las falanges.
Este mecanismo se realiza a partir de la flexión dorsal del primer dedo, donde se tensa la propia fascia elevando el arco longitudinal medial del pie (se eleva el puente), seguido de la puesta en tensión del tendón de Aquiles y la rotación externa de la tibia, todo ello para convertir el pie en una estructura compacta y estable para un despegue eficiente. El pie debe tener un equilibrio entre la pronación y la supinación. Demasiado o muy poco de cualquiera de los movimientos en el momento equivocado del ciclo de la marcha conduce a una función ineficiente del pie. El aumento de la pronación conduce a un alargamiento de la fascia plantar que da como resultado una inestabilidad durante la propulsión de la marcha, minimizando así el uso eficiente del mecanismo de Windlass. Un pie Cavo, en cambio, limita la movilidad normal del pie. Un arco interno elevado disminuye la pronación que se realiza para disipar las fuerzas. Por lo tanto hay una menor absorción del choque del pie con el suelo y un aumento de la tensión de la fascia plantar.
Pacientes con pie Cavo tienen una disminución en la distancia entre el calcáneo y la cabeza del 1° metatarso. Las personas con este tipo de pie tienen a su vez una disminución de la flexión dorsal. La combinación de un arco medio alto y la disminución en la flexión dorsal produce una tensión continua en la fascia plantar que puede producir una adaptación de los tejidos dando como resultado un acortamiento de los mismos.
Entendiendo esto, cualquier anomalía del mecanismo de Windlass nos va a afectar a cualquier zona relacionada, principalmente a la fascia plantar (también al Tendón de Aquiles).
El mecanismo de Windlass es relativamente fácil de valorar con el Test de Jack.
Para el Test de Jack, se necesita estar descalzo y repartiendo el peso por igual en las dos piernas, el explorador intentará levantar el dedo gordo de un pie (después del otro para comparar). Si lo consigue, se activará de inmediato el mecanismo de Windlass y aumentará el arco interno del pie y la tibia realizará una rotación externa llevando la rodilla ligeramente hacia fuera. No se debe aplicar demasiada fuerza para activar el mecanismo y deberá ser similar en ambos pies.
Si, por el contrario, no se puede levantar el dedo gordo del pie o se debe realizar una fuerza excesiva, apreciaremos que el arco interno del pie no se eleva y no habrá rotación externa tibial, con las consecuentes repercusiones ascendentes a toda la extremidad inferior.
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